Botritis de la vid: Cómo mantener la calidad en la vendimia

En la recta final de nuestros cultivos, el último asalto lo tenemos con el control de la botritis en la vid. Si se produce esta enfermedades puede provocar unas pérdidas muy cuantiosas. Y es que, además de afectar a los granos sobre los que se instala y desarrolla rápidamente, como sabemos, produce compuestos aromáticos desagradables, oxidaciones en el color y ácidos no deseados, que estropean la buena calidad organoléptica y conservación de los futuros vinos.

Existen máquinas preparadas para hacer una selección en bodega de los granos de uva y retirar los afectados por este hongo, que corrompe la calidad de los vinos, pero son caras y lentas para procesar toda la uva de una bodega media y solo seleccionan uvas recolectadas a mano.
Se debe extremar el cuidado de las uvas durante su cultivo, como medida preventiva, evitando en la medida de lo posibles las heridas en los hollejos provenientes de:

  • Ataques de polilla
  • Infecciones de oídio
  • Microcracking de piel causado por carencias nutricionales
  • Microcracking de piel causado por exceso de riego
  • Golpeo de labores manuales o maquinaria
  • Fitotoxicidades, golpes de sol, etc. que afecten a la elasticidad de la piel

Una buena estrategia para controlar la botritis de la vid

A partir de aquí lo que queda es una estrategia de control de esta enfermedad para evitar su proliferación e implantación en los tejidos, aplicando preventivamente en los momentos estratégicos:

  • Inicio de floración, caída de capuchón floral
  • Cierre de racimos
  • Inicio de envero
  • Pleno envero

Realizados estos cuidados, la incidencia de la botritis de la vid debe de ser mínima en la mayoría de los casos. Pero, en determinadas ocasiones, aun con todos los controles anteriores realizados, pueden presentarse situaciones de infección.

En la recta final del cultivo, dos causas pueden provocar el desastre en la alta calidad buscada para nuestras uvas por la botritis: Condiciones atmosféricas muy adversas como temporales, DANAs o granizos, o resistencias adquiridas del hongo a los fungicidas clásicos de control.

Las lluvias cercanas a la recolección y la aparición del hongo en ese momento invalidan el uso de gran parte de los fungicidas autorizados, por tener un excesivo plazo de seguridad. Por otra parte, el hecho de que la botritis sea un hongo muy polífago para diversos cultivos (frutales, hortícolas etc. además de la vid), hace que esté expuesta a los mismos fungicidas en muchas ocasiones, aumentando la posibilidad de generar cepas resistentes a estos.

En SIPCAM Iberia somos conscientes de las necesidades del agricultor en este punto y disponemos de tecnología para crear productos de control como ARAW, un biofungicida de control de oído y botritis que nos aporta las siguientes ventajas:

  • A base de extractos naturales certificado en cultivo ecológico y biodinámico
  • Moléculas formulada en microencapsulado inteligente
  • Dispensa materia activa cuando se producen humectaciones
  • Buen control de botritis y oídio con capacidad estopante de la enfermedad
  • Corto plazo de seguridad, solamente 3 días
  • Cuatro aplicaciones autorizadas por año
  • Control de la enfermedad sin resistencias conocidas (FRAC CODE BM 01)
  • Exento de LMR
  • No afecta a maduración, fermentaciones, compuestos aromáticos, o coloración de vinos
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