Por qué aplicar bioestimulantes en cultivos extensivos

Los cultivos extensivos de primavera como el maíz, patata y el tomate de industria, son de gran importancia ya que se utilizan muchas hectáreas en muchas zonas de España. Debido a la sequía de esta campaña, se está produciendo una importante disminución de la superficie dedicada a estos cultivos. Por eso, es necesario un manejo de productos como un bioestimulante que nos permitan obtener las mayores producciones y con los mejores índices de calidad.

A pesar de que son cultivos de regadío, pueden pasar por momentos de mucho estrés por subidas o bajadas de temperaturas, exceso de radiación excesiva o momentos de sequía. Si estas circunstancias coinciden en etapas clave del desarrollo de cultivo, pueden provocar mermas en el rendimiento y calidad de cosecha cuando no se cuenta con un bioestimulante en la estrategia.

Estrés y pérdida de rendimiento en el maíz

En el caso del maíz, entre la aparición la salida de la sexta hoja (V6) y la décima (V10), se determina el número potencial de filas o hileras y su tamaño. A pesar de que el número potencial de filas viene dado por la genética de la variedad del maíz, puede reducirse considerablemente si la planta sufre condiciones de estrés.

En esta etapa se produce una rápida asimilación de nutrientes. Por ello, es muy importante que la planta disponga de un buen suministro de nutrientes y no tenga estrés para poder tener una correcta actividad fotosintética y una adecuada asimilación. Además, a partir de la aparición de la décima hoja (V10), se determina el número potencial de granos por hilera, y por tanto, deficiencias en nutrientes y condiciones de estrés pueden afectar de forma considerable a esta fase pudiendo provocar pérdidas en el rendimiento si no aplicamos ningún bioestimulante.

La importancia de la nutrición en el cultivo de patata

En la patata, una de las etapas clave es la tuberización. Es necesario que la planta tenga una buena disponibilidad de nutrientes y no sufra grandes periodos de estrés para que produzca un buen número de tubérculos por planta y lo más homogéneos posible.

Los abortos florales en el tomate de industria

Y en el tomate, una de las etapas clave es el momento de la floración. En esta fase se determinan el número de flores y la viabilidad de estas y, al igual que en el maíz y en la patata, debemos garantizarle una nutrición equilibrada y establecer estrategias de bioestimulación para evitar el estrés y conseguir una correcta asimilación de los nutrientes. De esta manera, se consigue evitar el mayor número posible de abortos florales y que haya más frutos que lleguen a recolección. Para ello, es necesario evitar el estrés de la planta con el fin de evitar el mayor número posible de abortos florales y que haya muchos más frutos que lleguen a recolección.

Aplicando el bioestimulante Aguademayo en estos cultivos, justo antes de que se inicien las fases más delicadas del ciclo fisiológico de la planta, protegeremos nuestras cosechas de situaciones de estrés. A su vez, corregiremos deficiencias de micronutrientes, mejorando la actividad fotosintética de la planta y la asimilación de nutrientes, mejorando el rendimiento y calidad de la producción.

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