De toda la superficie agrícola del mundo, el viñedo representa tan solo un 3%. Sin embargo, recibe entorno al 20% de los fungicidas del mercado, asegura Félix Cabello, director del Departamento de Investigación Agroalimentaria del IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y alimentario).
De estas enfermedades, el oídio y la botritis están entre las principales preocupaciones de los agricultores vitivinícolas. Y es que la humedad y el aumento de las temperaturas tan propias de la primavera forman un entorno que favorece el desarrollo de estas dos enfermedades. Pero, para poder solucionar un problema, primero hay que conocerlo y por eso, hoy te damos tres tips sobre el oídio y la botritis para que les hagas frente:
1. Conoce a tu enemigo
- Qué es: La botritis, también conocida como podredumbre gris, es un hongo que suele atacar a todos los órganos verdes de la cepa. El oídio, famoso a su vez bajo el pseudónimo de ceniza, también se propaga por las zonas verdes y se desarrolla por las hojas, brotes, sarmientos y racimos.
- Cuándo ataca: Ambas aparecen al comienzo de la brotación, en época de lluvia, viento y humedad. Por eso, su época favorita es la primavera, aunque aguantan fácilmente hasta el verano y se conservan en forma de micelio y esclerocios durante el otoño e invierno.
- Cuáles son sus síntomas: La botritis seca las hojas jóvenes, deseca los brotes y ataca a las bayas después del envero. El oídio, sin embargo, aparece en forma de polvillo blanco o manchas harinosas en la hoja que puede llegar a expandirse por toda la planta y deformar las hojas.
- Cómo afecta a la vid: La botritis deteriora mucho la calidad de la uva y las características de los mostos, al igual que el oídio, que puede afectar seriamente a la calidad y cantidad de la cosecha.
2. Más vale prevenir (y matar dos pájaros de un tiro) que curar
Apuesta por un fungicida que controle la botritis y el oídio al mismo tiempo y aplícalo al inicio de la floración. Este es el momento del ciclo de la vid en el que la planta se encuentra más vulnerable a las enfermedades y por eso, será el movimiento estratégico que te permitirá prevenir la incubación de las enfermedades en el sistema de la planta y evitar ataques más severos a posteriori.
Recuerda ventilar las cepas para prevenir la humedad y prueba técnicas como el deshojado y la retirada de los racimos dañados para evitar la propagación de estas enfermedades. Otra manera de prevenir la aparición del oídio y la botritis es evitar el exceso de nitrógeno abonando correctamente.
No olvides seguir defendiendo las hojas y los racimos hasta el momento de la recolección siempre que aparezcan situaciones meteorológicas similares.
3. Cuidado con los residuos y el medio ambiente
Según el eurobarómetro en 2019, algunas de las principales preocupaciones de los consumidores son la existencia de residuos y sus repercusiones ambientales. Por eso, te recomendamos que apliques fitosanitarios con registro para agricultura ecológica o exentos de LMR como el biofungicida Araw que, además, ha conseguido este año un nuevo certificado para agricultura biodinámica.
En el siguiente vídeo, nuestro delegado de marketing José Ramón Gómez nos presenta una finca de uva garnacha en el inicio de la floración donde se aplicará este antimildiu y antioidio de SIPCAM Iberia:
Y en este último, pasados seis meses, observamos cómo Araw ha protegido a la misma viña incluso dos meses después de la vendimia, con unas uvas que continúan mostrando un excelente estado sanitario:
Desde SIPCAM Iberia te animamos a que apuestes por los fitosanitarios de origen natural en tus viñas ya que, tal y como informó la Unión Europea hace unos meses, el futuro es la bioprotección. Unirte al movimiento de la sostenibilidad y el cuidado del planeta puede ser tan fácil como proteger y mejorar el rendimiento de tus cultivos con productos bio. ¡Súmate al cambio!