Al igual que las personas necesitamos un buen colchón en el que descansar cada noche para dar lo mejor de nosotras mismas al día siguiente, nuestros cultivos precisan de un suelo fortalecido que les ayude en sus procesos naturales de desarrollo y crecimiento. Para conseguir un crecimiento vigoroso y una gran productividad de nuestras plantas, debemos ofrecerles un suelo rico en nutrientes en el que conseguirlo.
De la salud de nuestro suelo dependerá el rendimiento de nuestra cosecha actual y futura y por eso, debemos realizar una inversión a largo plazo con productos fitosanitarios o fertilizantes que promuevan la biodiversidad en este. Si cuando hablamos de nuestra salud, no dudamos de que el calcio favorece el desarrollo de unos huesos densos y fuertes, ¿por qué no cuidamos el suelo de nuestros campos como la base del éxito de nuestros frutos que es?
“La productividad de los sistemas agrícolas se apoya en el suelo, el clima, el cultivo y técnicas o manejo de cultivos.”
José Alberto Oliveira Prendes, Catedrático de Producción Vegetal de la Universidad de Oviedo.
El Catedrático de Producción Vegetal de la Universidad de Oviedo José Alberto Oliveira Prendes considera que la productividad agrícola se apoya en cuatro pilares: el suelo, el clima, el cultivo y su manejo. Por eso, defiende la importancia de la ‘salud del suelo’, un término que indica la capacidad de este para proporcionar una productividad agrícola y unos servicios ecosistémicos (secuestro de carbono, biodiversidad, reciclaje de nutrientes, etc.) de una manera sostenible. “Esto se consigue cuando existe un adecuado equilibrio entre todos los componentes del suelo”, explica.
Más allá de la productividad del agricultor, un suelo fortalecido es un elemento clave en la sostenibilidad del medio en el que se encuentra. A lo largo de la historia, la salud y calidad de las superficies agrarias se han visto deterioradas por malas prácticas, las cuales han propiciado la erosión, compactación y contaminación de nuestros suelos. Para seguir proveyendo de alimentos a la sociedad y mantener la productividad de nuestros campos, debemos cuidar nuestras cosechas desde la base, argumenta el catedrático emérito de la Universidad de Córdoba, Luis López Bellido, en su libro ‘La salud del suelo: clave de la sostenibilidad y la productividad de la agricultura’.
Utilizar componentes que fortalezcan las propiedades del suelo es una de las principales claves ya que, así las raíces asimilarán más fácilmente las sustancias que la planta necesita para su desarrollo. Los cultivos necesitan de un buen sustrato para poder ofrecer una cosecha abundante y rica. Un hecho fundamental para que podamos obtener su máximo rendimiento.
Los bioestimulantes favorecen la asimilación de nutrientes, ayudan al enraizamiento y crecimiento vegetal e incluso pueden proteger a la planta en periodos de estrés hídrico o abiótico. Los compuestos por bacterias de la rizosfera como Micro Remover ayudan a la interacción de las raíces con el sustrato. Con estos elementos, junto con las micorrizas, se garantiza el desarrollo de un suelo fortalecido; escenario perfecto para la llegada de nutrientes a la planta de manera natural y eficaz.
Micro Remover puede aplicarse en cualquier época del año y está especialmente recomendado para la obtención de suelos más sanos y fortalecidos en cultivos cítricos, frutales, hortícolas y viña. Sin embargo, si buscas bioestimulantes para olivar, cereal u otros, te recomendamos que visites nuestro catálogo. ¡Seguro que encuentras el bioestimulante que tus plantas necesitan!