Las malas hierbas son conocidas en el olivar por ser muy invasoras, competitivas y con mucha facilidad de propagación. Además, pueden llegar a germinar durante varios años por mucho que las intentemos controlar. Las de hoja ancha, o también llamadas dicotiledóneas, son muy comunes en este cultivo: les delata la forma de sus hojas, que se distinguen del resto de pasto. Algunas de las más conocidas son la conyza y la malva. Te contamos cuáles son los herbicidas y los mejores consejos para quitar las malas hierbas del olivar:
Diferentes herbicidas, mismo objetivo
El control integrado basado en el uso de herbicidas y métodos de control mecánico es la mejor opción para el olivicultor ante este problema tan común. Los herbicidas se pueden clasificar por sus distintos modos y momentos de acción, aunque todos tienen la misma finalidad: prevenir o erradicar las malas hierbas en el olivar.

- Los herbicidas preemergentes se aplican antes de que la mala hierba nazca y evitan que se desarrolle. Es el caso de materias activas como el Flazasulfuron o el Diflufenican.
- Los postemergentes se aplican una vez ha nacido la mala hierba. Estos pueden tener dos modos de acción:
- De contacto: Pulverizando sobre la mala hierba y actuando como quemantes. Este es el caso del Piraflufen-etil.
- Sistémicos: Con la molécula herbicida entrando dentro de la planta mientras la mala hierba crece y la absorbe como el Cletodim o el Glifosato.
Controlar o quitar las malas hierbas del olivar en el momento adecuado nos garantizará una cosecha mucho más cómoda y de mayor rendimiento. Para ello, tendremos que actuar en otoño tras las primeras lluvias, preparando el terreno para la recolección, y en primavera para reducir la competencia de las malas hierbas con el cultivo.
Atención a los rebrotes y baretas
Desde SIPCAM Iberia recomendamos aplicar el herbicidas de contacto Mizuki, para el control de dicotiledóneas y Brixton, herbicida sistémico, para el control de gramíneas. Formulados con coadyuvantes naturales de origen vegetal que le aportan una mayor eficacia y consiguen mejorar la penetración del herbicida, lo que hace de Mizuki y Brixton formulados imprescindibles en cualquier estrategia de control de malas hierbas resistentes a otros modos de acción.