El repilo es una de las enfermedades más conocidas en olivar, causada por el hongo Fusicladium oleagineum. En otoño es habitual encontrar cultivos afectados por esta patología, ya que se reproduce especialmente en climas húmedos y fríos habituales en esta estación.
La característica más destacada de esta enfermedad es la aparición de manchas oscuras en las hojas, que pueden llegar a afectar directamente a la salud del árbol. Algunos de los principales efectos de este patógeno son: la defoliación prematura, la reducción de la productividad, una deficiencia en la calidad del aceite, el debilitamiento del árbol y una afectación en la floración y el cuajado.
Prevención y control
Para evitar que esta enfermedad se expanda y dañe a otros olivos, es esencial prevenir su dispersión. Los expertos agrícolas recomiendan acciones que resultan tan eficientes como sencillas como realizar podas adecuadas, mantener el suelo bien drenado, mejorar la nutrición del cultivo y monitorearlo regularmente.

Uno de los métodos más destacados por su gran eficacia son los fungicidas, que actúan tanto de manera preventiva como curativa. En este sentido, la innovación en productos fitosanitarios ha permitido la creación de soluciones más eficientes y menos invasivas para el medio ambiente.
Un aliado en la lucha contra el repilo
Con el lanzamiento de Mikonos, el nuevo fungicida de Sipcam Iberia, los agricultores cuentan con una nueva herramienta para proteger sus olivos frente al repilo. Esta solución ofrece una doble acción, tanto de contacto como sistémica, lo que garantiza una protección integral.
“Su formulación permite que el producto se absorba y distribuya por toda la planta, incluyendo las nuevas brotaciones, lo que asegura una alta protección y defensa continua contra patógenos como el Fusicladium oleagineum”, explica el delegado de Field Marketing Miguel Ángel Martínez.
Además de su capacidad para combatir enfermedades fúngicas, esta nueva herramienta también estimula las autodefensas de la planta, induciendo la síntesis de fitoalexinas. “Estos compuestos refuerzan su sistema inmunológico, brindándole una protección interna que reduce la necesidad de aplicaciones frecuentes de fungicidas”, aclara.
Beneficios adicionales para el cultivo
Mikonos se puede utilizar en combinación con la mayoría de los fitosanitarios disponibles en el mercado, potenciando la efectividad del tratamiento gracias a su efecto sinérgico. Esta sinergia permite un manejo más completo y eficiente de las enfermedades, mejorando la salud general del cultivo y optimizando los recursos del agricultor. “Al combinarlo con otros fungicidas, se dificulta la aparición de resistencias de los patógenos a estos fungicidas”, recalca el delegado.
Este fungicida representa una solución avanzada y multifuncional en la lucha contra las enfermedades fúngicas. Gracias a su capacidad para combinar protección con estimulación de las defensas naturales de la planta denominadas SAR (Sistemic acquired resistance), se ha posicionado como una solución integral para el olivar, ofreciendo protección y sostenibilidad.
“Con su uso, los agricultores pueden estar seguros de que están invirtiendo en el futuro de sus cultivos”, concluye Martínez.