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La Estación Fitopatológica de Areeiro, centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, acaba de emitir este lunes su aviso fitosanitario, en el que ofrece una evaluación del estado sanitario de las viñas y unas recomendaciones para su cuidado.
En general, las viñas están en el período de floración/formación del fruto, una fase extremadamente sensible en el ciclo de la vid, por lo que es preciso reforzar la vigilancia y de los cuidados.
Así, en cuanto al mildio, tanto en las plantas tratadas de la viña de la Estación Fitopatológica de Areeiro -la última aplicación fue en la primera semana del mes-, como en las testigo o en unas abandonadas que encontraron los técnicos, empiezan a aparecer manchas nuevas.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que se puedan producir precipitaciones aisladas en forma de chubasco, pero varían en los porcentajes de que se produzcan, en los días en que pueden darse y en la cuantía y momento del día en que pueden tener lugar.
«Por esta incertidumbre no se puede aportar una recomendación general más que la de que hay que incrementar la vigilancia y estar alerta a lo que realmente suceda en cada localidad: el patógeno se verá muy favorecido si las temperaturas son elevadas y se producen chubascos -tormentosos o no-, lo que implicará que de manera casi seguro haya que renovar las intervenciones», recomiendan desde Areeiro.
Primeros síntomas de oídio
En la revisión del pasado jueves 18 los técnicos de la Estación de Areeiro encontraron los primeros síntomas de oídio en una hoja de albariño de una de las viñas de su red de seguimiento habitual -el año pasado el mismo hecho tuvo lugar a mediados de junio-, toda vez que en esta viña no se había hecho aún ninguna aplicación antioídio y se detectó la enfermedad sólo en una única hoja.
«La detección implica que a partir de ahora habrá que incluir a este patógeno en los planes de tratamiento al igual que el mildio, teniendo en cuenta además que los granos están recién formados y hay que protegerlos», aconsejan.
Black rot
De momento no observaron nuevas manchas de Black Rot, gracias a que las condiciones de vientos secos no lo favorecen. Con todo, inciden en que «es necesario mantener la vigilancia, ya que la uva recién formada es muy sensible a este patógeno».
