Los ingresos brutos percibidos por los productores de caqui han bajado un 16 % a pesar del incremento del 5 % en los precios, según se desprende del estudio con el balance de la campaña elaborado por los servicios técnicos de La Unió de Llauradors.

Al respecto, el sindicato agrícola explicó que las causas obedecen a una reducción de la producción del 20 % respecto a la campaña anterior -unas 340 millones de toneladas al final es la cosecha- y a «la fuerte incidencia de plagas» como cotonets, negrilla o mosca blanca, y a la del hongo Mycosphaerella, por la proliferación de campos abandonados.

Los costes de producción, como consecuencia del incremento y periodicidad de los tratamientos fitosanitarios, han aumentado entre el 25 y 30 % sobre la pasada. Tras las subidas de los costes en esta campaña y en la anterior, ya representan de media 2,2 euros por cada 100 kilos de fruta producida, pero pueden llegar hasta los 3,10 euros/100 kilos si se repercute sobre la fruta comercial.

De hecho, en estos momentos pueden representar ya más del 10% de los gastos totales de cultivo, cuando por ejemplo hace tan solo cuatro años apenas representaban el 3 %. La Unió insistió en que por debajo de 0,35 euros/kilo la viabilidad del cultivo está en serio peligro. También se ha detectado en esta campaña un considerable aumento de fruta no apta comercialmente sobre todo fuera del ámbito de las cooperativas, lo que ha provocado que la que finalmente ha salido a los mercados se reduzca hasta en un 40% en relación a la realmente producida, según las mismas fuentes.

La Unión pidó al Consell que financie el control de plagas e insistió en la necesidad de una normativa oficial, de obligado cumplimiento, sobre las normas de calidad comercial del caqui.