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CÉSAR ÁLVAREZ
Martes, 2 de febrero 2021, 10:55
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Los agricultores riojanos han tenido la oportunidad de conocer, de la mano de Arag-Asaja, los beneficios de la agricultura de precisión. Una técnica que le permitiría ahorrar costes y optimizar recursos para buscar un incremento del beneficio.
Julio Martín, técnico de la agricultura de precisión de la empresa JMAP, está siendo el encargado de formar a los hombres y mujeres del campo y explicarles que este sistema –que lleva años practicándose en Estados Unidos– se basa en la variabilidad del suelo. Es él quien explica que «si se puede apreciar que la producción cambia, dentro de la misma parcela, en función del área ¿por qué se va a regar igual o se va a aplicar la misma cantidad de fertilizante?». La agricultura de precisión propone identificar las necesidades del suelo en cada una de las zonas de una misma parcela para hacer un tratamiento 'a medida' y para ello se recurre a la tecnología del GPS.
Las ventajas no solo son económicas (reducción de insumos, aumento de la producción y optimización de los recursos) sino que también los beneficios de este tipo de agricultura sirven para cumplir con uno de los 'mandatos' de la Unión Europea a través de la PAC. Si la Política Agraria Común establece que el cuidado medioambiental debe ser una prioridad, la agricultura de precisión permite utilizar los elementos estrictamente necesarios como abonos o fertilizantes y consecuentemente, «salvaguardar los acuíferos subterráneos, reducir el uso de productos contaminantes medioambientales...», explica Martín.
Este técnico en agricultura de precisión considera que los gastos que implica la puesta en marcha de este sistema son menores de lo que cabe pensar. «Para iniciar su implantación es necesario hacer un estudio del suelo. Se realiza por conductividad eléctrica una especie de 'radiografía' del suelo. Hay empresas que lo hacen y los precios no son prohibitivos», señala.
A partir de ahí, Martín considera que hay muchos agricultores que simplemente tendrán que sacarle el máximo rendimiento a una tecnología de la que ya disponen en sus tractores, por ejemplo el GPS, «muchos de ellos lo utilizan ya para hacer las diferentes pasadas por sus parcelas y no dejarse ninguna zona, pero tiene otras muchas aplicaciones. En cualquier caso, la inversión ahí ya la tienen hecha, y en muchos casos, la máquina de aplicar fertilizante también tiene esa aplicación, pero no la usan».
Martín señala además, que este tipo de agricultura se puede poner en práctica con cualquier tipo de cultivo, aunque lógicamente, las grandes extensiones son los que más lo rentabilizarán, como también aquellos cultivos que necesiten de más 'cuidadados'. «El maíz, por ejemplo, es un cultivo que necesita mucha aportación de fertilizante, pues éste es un cultivo que puede sacar muchos beneficios de la agricultura de precisión», comenta el técnico Julio Martín.
Los agricultores están siendo receptivos ante las posibilidades de la agricultura de precisión: «Es algo que no les es ajeno. Muchos de ellos disponen una maquinaria que se puede utilizar para ello; es algo que les puede reportar un beneficio económico y además, la agricultura de precisión no es sino lo que hacían de forma manual sus padres y abuelos. Ellos, cuando tenían que abonar o aplicar fertilizantes, no lo hacían de igual forma en todas las zonas de una misma parcela. Echaban más en un sitio que en otro... eso es lo que se hace con la agricultura de precisión». Martín, además, reconoce que el mayor interés lo están demostrando «las generaciones más jóvenes, que quieren adaptar sus explotaciones y además, están preocupados por la sostenibilidad del planeta».
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