Sector primario en pandemia

La agricultura almeriense, ejemplo de superación de la crisis del COVID-19 y modelo para aprovechar las oportunidades del futuro

  • Juan Reca Cerdeña / Director del Centro de Investigación en Agrosistemas Intensivos Mediterráneos y Biotecnología Agroalimentaria 

Ciaimbital participa y lidera numerosos proyectos de la mano de las empresas del sector.

Ciaimbital participa y lidera numerosos proyectos de la mano de las empresas del sector.

Juan Reca. Juan Reca.

Juan Reca.

Tras más de un año desde la aparición del COVID-19 y la crisis económica derivada de esta pandemia, resulta evidente que deberemos convivir con sus consecuencias a medio plazo y adaptar nuestros sistemas productivos a un nuevo modelo post-pandémico. Algunos sectores de nuestra economía han quedado fuertemente afectados por esta crisis, con consecuencias que aún son palpables en sus cifras de facturación y de empleo. Afortunadamente, no ha sido el caso del sector agroalimentario y, especialmente, de la agricultura almeriense. Tal y como revelan las más recientes cifras, el sector hortofrutícola almeriense ha aumentado un 1,6% sus exportaciones durante el primer año de pandemia y ha alcanzado la cifra de 3.074 millones de euros de facturación anual. Tras más de un año desde la aparición del COVID-19 y la crisis económica derivada de esta pandemia, resulta evidente que deberemos convivir con sus consecuencias a medio plazo y adaptar nuestros sistemas productivos a un nuevo modelo post-pandémico. Algunos sectores de nuestra economía han quedado fuertemente afectados por esta crisis, con consecuencias que aún son palpables en sus cifras de facturación y de empleo. Afortunadamente, no ha sido el caso del sector agroalimentario y, especialmente, de la agricultura almeriense. Tal y como revelan las más recientes cifras, el sector hortofrutícola almeriense ha aumentado un 1,6% sus exportaciones durante el primer año de pandemia y ha alcanzado la cifra de 3.074 millones de euros de facturación anual. 

Estos datos no hacen sino corroborar la gran capacidad de resiliencia del sector agroalimentario almeriense, el cual ha logrado resistir la embestida de la crisis ocasionada por el COVID-19 y adaptarse a los cambios que esta ha exigido a la sociedad en su conjunto. Son variadas las causas que hacen que el modelo Almería se haya demostrado tan resistente ante la crisis del COVID-19. En primer lugar, es el resultado del ingente esfuerzo que han realizado las empresas, cooperativas y agricultores, los cuales han sabido garantizar la seguridad alimentaria a lo largo de toda la cadena de valor hortofrutícola. Por otro lado, se ha debido también a la gran eficacia de nuestras instituciones dedicadas a la investigación y el desarrollo, las cuales han seguido aplicando soluciones innovadoras que han permitido consolidar a Almería como un ejemplo a seguir a nivel mundial.

Debemos aprovechar la fuerza demostrada frente a esta crisis para seguir potenciando los pilares de nuestra competitividad a través de la sostenibilidad medioambiental y socioeconómica. Tres pilares son fundamentales para dar sustento a la sostenibilidad de nuestro agrosistema: la reducción del uso de productos de sanidad vegetal de origen sintético, el empleo eficiente de los recursos hídricos y la utilización de energías renovables. Seguir avanzando en la consolidación de estos pilares de sostenibilidad nos permitirá diferenciarnos y superar a terceros competidores con los que frecuentemente tenemos que competir en desigualdad de condiciones. 

En el primero de estos pilares de sostenibilidad, es de destacar que en Almería se encuentran las frutas y verduras con menos residuos de Europa, lo cual es una prueba del firme compromiso del sector con la seguridad alimentaria. Además, en los últimos años se ha apostado de forma decidida por la potenciación de la agricultura ecológica, liderando el cambio hacia una agricultura más respetuosa con el medio y con una menor presencia de residuos y sustancias químicas.

Esta conciencia en aras de la sostenibilidad se manifiesta también en el esfuerzo hecho por emplear de forma más eficiente y responsable los recursos hídricos a través del uso generalizado de sistemas de riego inteligentes, basados incluso en inteligencia artificial, que minimizan las pérdidas y calculan exactamente el agua necesaria en función de las necesidades de los cultivos, así como el esfuerzo por incrementar el empleo de fuentes hídricas alternativas, como el agua desalada o el agua regenerada.

Igualmente, en los últimos años se ha potenciado la utilización de energías renovables, aprovechando la excelente disponibilidad de horas de sol de la que disfrutamos en Almería, siendo éste un aspecto especialmente relevante en combinación con instalaciones de riego eficiente, como demuestran los sistemas de agrivoltaica más eficientes disponibles en la actualidad.

Desde la Universidad de Almería y desde el Centro de Investigación CIAIMBITAL, consideramos que los grandes retos que se le presentan al sector hortofrutícola almeriense deben ser atacados, directamente, a través de enfoques eminentemente interdisciplinares que conjuguen los avances de diversas áreas de conocimiento. Esta estrategia multidisciplinar es precisamente uno de los grandes estandartes de la Universidad de Almería y del Centro de Investigación CIAIMBITAL y nuestra mejor carta de presentación. 

Como ejemplo del trabajo que desarrollamos desde el Centro CIAIMBITAL de la Universidad de Almería podemos citar la participación y liderazgo en numerosos proyectos de la mano de las empresas del sector. Trabajamos para desarrollar nuevas variedades vegetales más productivas, sabrosas y sostenibles. Del mismo modo, trabajamos junto a los principales productores agrícolas para aumentar la eficiencia de los insumos, con la finalidad de producir más con menos cantidades de agua, fertilizantes y plaguicidas, y generando a lo largo del proceso nuevos subproductos de alto valor añadido, como biomasa y biomateriales ecocompatibles y la valorización de biocompuestos y de microalgas.  Igualmente, desarrollamos estrategias novedosas de control biológico y de lucha integrada de plagas. En línea con el desarrollo de la agricultura de precisión, trabajamos en proyectos de integración de las tecnologías de información y comunicación como elemento fundamental del invernadero del futuro, así como la regeneración y uso de fuentes alternativas de agua, como el agua desalada. Finalmente, desde la Universidad de Almería nos centramos también en que la innovación llegue a los últimos eslabones del proceso, aquellos en los que el consumidor es el principal actor, a través de nuevos enfoques de economía y comercialización agraria.Si alguna conclusión podemos extraer de esta pandemia y de la traumática experiencia vivida, es que el sector agroalimentario es vital para el buen funcionamiento de la sociedad.

Sin duda, Andalucía no sería lo que es sin el esfuerzo e ilusión de los miles de agricultores y empresarios almerienses que día a día se levantan con la intención de ver crecer de forma sana y respetuosa sus cultivos. Es, por tanto, un gran motor para nuestra economía y uno de los colectivos que más está contribuyendo a la superación de la crisis originada por el COVID-19. Somos conscientes de ello y en nuestro ánimo está seguir luchando por el crecimiento y liderazgo de este sector en las próximas décadas.

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