INTIA ha puesto a prueba la grada de púas flexibles para el control de malas hierbas en una parcela de trigo ubicada en el secano de la Ribera de Navarra. A la demostración práctica del ensayo acudieron una veintena de personas del sector agrícola de la zona, que trabajan en cereal tanto en producción ecológica como en convencional.

Ante la imposibilidad de utilizar herbicidas para el control de las malas hierbas en producción ecológica, el control mecánico supone el único método curativo eficaz. Una técnica interesante también para el sector de la agricultura convencional por la falta de herbicidas autorizados, tanto en cultivos extensivos como en hortícolas. De hecho, se ha comprobado que el resultado óptimo es mucho mayor por la combinación de métodos químicos con métodos mecánicos, tanto en la fase preventiva como en la curativa.

El centro tecnológico navarro lleva años realizando este tipo de pruebas con gradas y binadoras, fundamentalmente en la finca de Sartaguda, pero debido al incremento de superficie de cereal cultivo en ecológico en la zona de la Ribera, y tras el interés mostrado por el sector agrícola de la zona, se decidió invitarles para que comprobar el grado de eficacia de esta grada. En el ensayo realizado en Fustiñana, el apero empleado fue una grada de púas flexible de la firma Treffler. Principalmente, se pretendía observar in situ la efectividad en el control de hierbas adventicias a la vez que se analiza el grado de selectividad en el cultivo. El equipo técnico de experimentación de INTIA realizará un seguimiento de este ensayo con un conteo de hierbas allí donde se ha pasado la grada y la comparativa con la situación de la parcela testigo, donde no ha habido ninguna intervención mecánica.

La efectividad del método depende de tres condicionantes: el factor climatológico, las condiciones del suelo (presencia de piedras) y el estado de desarrollo del cultivo y las malas hierbas. La situación más favorable es que no llueva justo después del pase, ya que hay especies que vuelven a enraizar, por lo que el centro tecnológico navarro recomienda buscar un periodo sin precipitaciones que ayude al secado y evite, además, la nascencia posterior de las malas hierbas. Para la utilización del control mecánico tampoco conviene esperar a estados muy desarrollados del cultivo porque la selectividad buscada se puede reducir; lo más adecuado es aplicarlo en el periodo de otoño o invierno tras la siembra. En cualquier caso, INTIA aconseja insistir en la ‘prueba-error’ y que cada agricultor se adapte a las condiciones específicas de su parcela.