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Naranjas | El valor de los cultivos citrícolas de Andalucía y Murcia triplican a los valencianos

El valor de los cultivos citrícolas de Andalucía y Murcia triplica al de los valencianos

La diferencia de precio entre la tierra sin árboles y con plantaciones es de 6.000 euros por hectárea en la Comunitat

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Martes, 22 de febrero 2022, 00:01

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El valor de los cultivos citrícolas en la Comunitat Valenciana se ha ido devaluando en los últimos años hasta ser tres veces inferior al de las plantaciones andaluzas y murcianas. En concreto, el precio de la tierra valenciana con árboles cítricos ronda los 36.000 euros por hectárea, mientras que la tierra sin plantar se sitúa en los 30.000 euros, lo que supone un valor aparente de 6.000 euros, según ha señalado este lunes el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos, Baldomero Segura, durante su intervención en Les Corts en la comisión especial de estudio sobre la situación actual del sector citrícola en la Comunitat Valenciana y su viabilidad futura.

«En 1983 la tierra dedicada al cultivo cítricos era la segunda mejor valorada en toda España (después de la platanera) y fue así hasta 2012. En la actualidad, el valor de la tierra en Murcia y Andalucía dedicada a cítricos superan ampliamente a la Comunitat. Lo triplican. Una explicación plausible es que allí las estructuras tienen mayor capacidad para generar rentas mientras en la Comunitat cada vez es menor», ha explicado Segura durante su comparecencia.

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En Andalucía, tal y como ha explicado a posteriori con mayor profundidad Segura a LAS PROVINCIAS, el precio de la tierra con plantaciones citrícolas está en torno a los 45.000 euros por hectárea y en Murcia por encima de los 50.000. «En Andalucía, la tierra de regadío vale unos 16.000 euros aproximadamente por hectárea y en Murcia es bastante más alto», ha indicado a este periódico. De este modo, las plantaciones citrícolas andaluzas se sitúan en torno a los 30.000 euros, al pasar de los 16.000 euros por hectárea de la tierra sin árboles a los 45.000 euros por hectárea cuando está cultivada.

Según ha señalado Segura, a partir de 2012 la Comunitat empezó a estabilizar los precios mientras aumentaban en Murcia y Andalucía. «Incluso han bajado en este tiempo, al pasar de los 40.000 euros a los 36.000 euros de media, mientras que en Murcia y Andalucía han seguido subiendo», ha agregado el decano del Colegio de Agrónomos de la Comunitat.

En su intervención, ha señalado que esta pérdida de competitividad se debe a factores internos y externos. «Estamos en un contexto mundial diferente y debemos adaptarnos a estas circunstancias, por ejemplo, deberíamos ganar peso en Bruselas y aprender a movernos allí como se mueven nuestros competidores. No podemos permitir que la citricultura quede relegada a segundo plano por falta de rentabilidad», ha explicado.

Luego, en declaraciones a este diario, ha señalado que en términos generales, las plantaciones en Andalucía sobre todo, pero en Murcia también, están mejor planificadas, son más grandes y por tanto el rendimiento económico de las fincas es mayor, lo que explica esa diferencia de valor. Luego están las condiciones propias de mercado«, ha añadido a este periódico.

Por otro lado, se ha referido a la necesidad de que la Ley de Estructuras Agrarias intervenga en los casos de abandono de tierras por dejadez. «Creo que las cooperativas tienen un papel importante ahí. Muchas veces no sabemos quién es el propietario de la tierra, que está en un limbo y no se puede utilizar y habría que hacer una labor de investigación de las autoridades competentes para hacer efectiva esa voluntad política de la ley», ha expresado.

También ha hecho hincapié a la necesidad de que los productores se adapten al mercado, como por ejemplo, con el impulso de la agricultura ecológica. «Evidentemente habrá que potenciarla si queremos cuidar del planeta, tener una agricultura medioambientalmente sostenible. Los problemas medioambientales los creó la tecnología y también será quien lo resuelva, si puede. Si nos centramos en cuestiones técnicas, probablemente encontraremos una solución más satisfactoria», ha manifestado. Además, ha destacado la necesidad de que la Administración sea capaz de concretar zonas de cultivo según variedades para evitar la temida 'pinyolà'.

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