Un estudio liderado por el Equipo de Bioeconomía del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) confirma que el control biológico actual que se realiza en el cultivo del pimiento del sudeste peninsular, basado en la combinación del uso de enemigos naturales con tratamientos fitosanitarios compatibles con éstos, es el sistema más rentable y viable de protección fitosanitaria.

Este trabajo evalúa los efectos económicos que la implantación del control biológico ha supuesto en las explotaciones de pimiento en invernadero, en relación al cultivo convencional previo, basado en el control químico. El control biológico actual es el sistema con un menor coste específico (4.260 euros por hectárea). Le sigue el control químico que se practicaba alrededor del año 2000 (4.935 €/ha) y, el más costoso es el sistema de control biológico inicial (6.215 €/ha), debido a los altos precios de los enemigos naturales en los primeros años de su implantación y a que por su carácter incipiente en las campañas analizadas (1999-2001), todavía no estaba perfeccionado. «En este caso, producir de un modo más limpio y menos impactante es más barato. Por supuesto, el cómputo sería mucho mayor si incluyéramos los beneficios medioambientales y la mejora de calidad de vida de los agricultores», explica el ingeniero agrónomo José García, coordinador del Equipo de Bioeconomía del Imida, que expondrá los resultados de este estudio en el encuentro virtual ‘25 años de control biológico en el cultivo del pimiento en el sureste de España’ que se celebra el 3 y 4 de marzo.